Asideros del abismo

Asideros del abismo
Robert Crumb

miércoles, 24 de abril de 2013

Variaciones dudosas


Variación I

Vuelven las dudas, las incertidumbres:
las ganas de mandar todo a la mierda
ahora que ya está justo a la vuelta
de la esquina lo poco que has pedido

(quizá porque un reflejo conseguía
que brillara mejor con luz lejana,
quizá porque jamás imaginaste
en el fondo que un día apareciera

y ahora lo ves tan cerca -lo percibes
en su justa extensión por vez primera-
que no te lo terminas de creer,

quizá porque en tu vida se confunden
lujosos espejismos con oasis
de manantial con agua envenenada

y estás en un guión de David Lynch).

Variación II

Vuelven las dudas, las incertidumbres,
el qué será de mí que no haya sido,
las ganas de mandar todo a la mierda
a punto como está de realizarse

(conoces la canción de tantas veces
-su horrísona y truncada melodía-
en ronca voz de afónicas sirenas
asido al leño a flote en el naufragio

que temes que al final -y como siempre-
descubras que el esfuerzo ha resultado
mayor que la posible recompensa

y no te quede ya ni la esperanza
-menguante, irracional, extinta casi-
que deja el encontrarse a un solo paso

costoso, torpe, lento, irreversible.

sábado, 13 de abril de 2013

Para Antonio Machado en Colliure (por encargo de una amiga)



Para Antonio Machado en Colliure (por encargo de una amiga)

Me piden, don Antonio, que le escriba un poema
-me lo pide una amiga que aprecio de verdad-
para que se lo deje a modo de diadema
coronando su lecho ¿contra su voluntad?

Quiero pensar que no, que no le ofendería
que -igual que en aquel juego- un humilde papel
envolviera la piedra y venciera a la fría
losa que le sepulta de manera cruel.

Le pido comprensión -pues sé que usted la tiene-
e incluso un poco de esa condescendencia suya
-sincera, deferente- que a día de hoy nos viene
igual de bien que en tiempos de aquella infame bulla.

Me gustaría hacerle a modo de homenaje
(también -no se le olvide- a mi apreciada amiga)
unos versos sencillos: que el resultado encaje,
más mal que bien, en su obra -seguirle como a auriga-.

Ignoro en qué sentido de la palabra bueno
he sido bueno -trato de mejorar, no obstante-:
en la estrecha medida de lo posible, estreno
-ya que traje no puedo- sonrisa hasta que aguante.

En fín, sobre política, permítame que no hable:
seguimos a la gresca, no dando pie con bola.
¿Hermanos como usted y don Manuel?: el sable
del capitán espera igual que la pistola.

Me quedo con sus plumas y empuño aquí la mía
que espero que se junte al modo mosquetero
-tercera y triste españa- con las suyas un día
raso sin darme tiempo para decir: me muero.

Le dejo, don Antonio, que a veces me parece
que estoy hablando solo -y Dios no sé si escucha-:
recuerdos de mi amiga, que es la que se merece
sus gracias -yo he exprimido mi habilidad: no mucha-.

domingo, 7 de abril de 2013

Hai-kú


Hai-kú

Somos partículas
de un dios efervescente
dándose un baño.