jueves, 19 de julio de 2012
No señalo a nadie (Soneto doble con estrambote del retrato deshonesto)
No señalo a nadie (Soneto doble con estrambote del retrato deshonesto)
Llega a casa a las dos de la mañana
tras una hora de bús (hoy el trasbordo
por suerte ha sido rápido: el trayecto
le ha costado diez veces más de tiempo
que en taxi -de dinero otras diez menos-)
y un rato largo hablando con su novia
por móvil (es la única manera
de mantener contacto: la distancia
y las vicisitudes económicas
les fuerzan a quedar de mes en mes
en casa de parientes generosos
-a punto de cumplir los treinta y cuatro y
lo que te rondaré sigue viviendo
en casa de sus padres como tantos,
intenta consolarse, aunque no ignora
que el tiempo va agotando las excusas
y ve que sus amigos son ya padres
o pueden permitirse un alquiler
con tal de no dejarse el sueldo en libros,
en discos y en películas-): trabaja
desde hace ahora seis años en un bar
del que se siente esclavo y propietario
sin ser más que el sufrido camarero
-encuentra algún sentido a su existencia
los días en que emplea el tiempo libre
en garabatear un mal poema:
a veces por las noches se pregunta
por qué extraña razón, en qué momento,
giró por el carril que no debía-.
Publicado por
Raúl Sánchez
en
3:46
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Etiquetas:
Poemas,
Raúl Sánchez Ortiz
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¡Mi caso!
ResponderEliminarJaja.
ResponderEliminarEl mío no... fiuuuuu fiuuuuuuuu lara lara lala.
Jeje.
Un abrazo Salvador!