sábado, 3 de marzo de 2012
Tú
Tú
Dispersaste a tus clones -hermosísimas
replicantes, sin duda, más empáticas
que tú por más humana que te creas-
para contar con varias coartadas
(no te servía una, preferías
volver majara al juez con los testigos
jurando haberte visto en mil lugares
distintos al del crimen perpetrado)
y antes de caminar, como si nada,
de regreso a tu casa -ya no nuestra
jamás- con eficiencia entre silbidos
limpiaste bien las huellas, sin embargo
te queda la imborrable en tu memoria
del dedo que, insepulto, te señala.
Publicado por
Raúl Sánchez
en
2:15
![](https://resources.blogblog.com/img/icon18_edit_allbkg.gif)
Enviar por correo electrónicoEscribe un blogCompartir en XCompartir con FacebookCompartir en Pinterest
Etiquetas:
Poemas,
Roy Lichtenstein,
Soneto blanco
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario