Asideros del abismo

Asideros del abismo
Robert Crumb

viernes, 6 de enero de 2012

Satisfecho


Satisfecho

Estaba desvelado, tú dormías
-mi sexo descansando entre tus nalgas,
mis manos engarzadas a tus pechos,
mis piernas con las tuyas como molde-

y yo no era capaz de retirar
mi brazo -aunque tuvieran que amputarlo-
del hueco entre tu cuello y el colchón
no fueras a asustarte y despertaras.

Mirándote a la nuca no anhelaba
en ese mismo instante ya ser nadie
distinto de quien soy y de quien quieres

a no ser -si me niegan la existencia-
un dios modesto que nos observara
contento y satisfecho de su obra.

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