Asideros del abismo

Asideros del abismo
Robert Crumb

sábado, 28 de mayo de 2011

Vade retro



Vade retro

No puedo permitir que te enamores
de mí como si no fuera a fallarte
igual que el resto (ristra interminable
de cerdos gadarenos despeñándose:

demonios que expulsaste de sus vidas
al irrumpir lo mismo que un mesías
llevándote de sola recompensa
que no quieran que vuelvas por sus fueros

-en este caso ni el exorcizado
querrá partir contigo o, si te niegas,
difundirá devoto tu palabra-).

Aléjate y olvida lo ocurrido
porque este amor terreno sólo sabe
de odios, de rencores, de cuchillos

que envainan cicatrices a tu espalda.

miércoles, 25 de mayo de 2011

Por si acaso


Por si acaso

No tienes otra vida más que ésta,
no pierdas la ocasión de merecerte
los goces que el azar te ponga a tiro:
que nadie pueda echártelos en cara.

No tienes otra y en la que has caído
te encuentras con que el libro de instrucciones
lo han puesto sólo en chino y por tus rasgos
se ve que no es la lengua que dominas.

No tienes otra vida, aunque existiera
un más allá después no es lo primero:
aquel que llega lejos, llega tarde.

Recuerda que al nacer rompiste el molde
(al darte a luz descorchan tu botella:
que no se pique el vino que contienes).

lunes, 23 de mayo de 2011

Déjà-vu


Déjà-vu

Sabes mejor que yo qué es lo que ocurre.
Has visto en otros hombres mi conducta
torpe, esquiva, cobarde de estos días:
cambia el actor, repites la película.

Puedes decirme: 'Ahora, como todos,
te irás tras confesar todas tus culpas,
cargando de veneno mis alforjas,
colgándome tu abrazo como atillo'.

Esto que hay a tus pies es la derrota
-las vueltas del esfuerzo que has pagado,
menguante calderilla que te abrasa-:

felpudo, pedestal, cadalso, podio
-la piel que te amasaba ahora me pisa-
o lata que patees distraída.

sábado, 21 de mayo de 2011

Alumbramiento


Alumbramiento

Alúmbrame al exilio de esta angustia
que me hace acurrucarme dolorido
de ver sólo el ombligo que aún no tengo,
ceñido en la prisión donde me encierras.

Aléjame de aquí, rompe las aguas,
rescátame del líquido amniótico
que trago, que me ahoga y me envenena,
antes de que reflote -el vientre hinchado-.

Evita que me absorban, que me cuele
como un ángel caído por el ígneo
desagüe de la pila bautismal.

Encinta, parturienta, comadrona
de la felicidad que se me niega;
despierta, abrázame, besa mis labios:

ayúdame a nacer a un nuevo día.

lunes, 16 de mayo de 2011

Hai-ku


Hai-ku

Sólo recuerdo
que no recuerdo nada:
noche socrática.

domingo, 15 de mayo de 2011

Jazz



Jazz

El jazz tiene razón todas las noches:
es una tenue luz que te ilumina
de viaje al fondo oscuro de la ciénaga
y llega a su destino y se te apaga.

Te viene a recordar que estás tan solo
como un Dios de una fe monoteísta
frustrado de impotencia –no consigue
que el barro tome forma entre sus manos-.

El jazz tiene razón, cuesta aceptarlo:
te cura como a un perro que te muerde
buscando estar a solas con su herida.

El jazz es el amigo que no encuentras
las veces que no estás para llamarlos
y oír cómo te exponen sus excusas.

El bálsamo de Fierabrás vertiéndose
sin prisa -gota a nota- en el oído.

viernes, 13 de mayo de 2011

There is a light that never goes out

 
There is a light that never goes out

Yo buscaba morir como en aquella
canción de los Smiths: al estrellarnos
contra un camión de vasto tonelaje
o haciendo de tu coche semisótano

de un autobús inglés de doble piso,
tú al mando del volante (yo que nunca
pensé en tener carnet: que me bastaba
con ir de copiloto -berreando

y dando golpes desacompasados
hasta que el tono quiebre los cristales
o salte el airbag del salpicadero-)

huyendo de unos padres más estrictos
que aquellos -los mejores- que aún me crían.
Siempre esta ahí: la luz que no se apaga.

Y el tiempo que nos pasa la factura.

sábado, 7 de mayo de 2011

¿Y ahora qué?



¿Y ahora qué?

Chantaje emocional ¿qué te ha pasado
que sólo tienes polvo en la recámara,
que nadie se hace cargo de tus deudas,
que vagas como puta avejentada?

¿Quién torna en cruel ridículo tu encanto?
¿Qué justiciero Dios rompió tu hechizo
y esparce los añicos cual semillas
de indiferencia hostil que ahora recojes?

¿Cómo vas a aceptar que ya no sirves,
tú que alcanzabas todos tus propósitos
con un etéreo esbozo de caricia

que erguía en púa erecta al vello lacio,
un coágulo de lágrima en el borde
del párpado hecho dique, una caída

de ojos infalible ahora estrellándose?

miércoles, 4 de mayo de 2011

Reina de la calle


Reina de la calle

Levántate: la luz del sol te inclina
lo justo para echarte de la cama,
tus faldas y camisas se pelean
por ver cuál se rellena con tu cuerpo.

Empieza a andar: te esperan los semáforos
para poderte dar los buenos días
-están en verde, pasarán a rojo,
de nuevo a verde- alzándose el sombrero.

El viento sopla ansioso de abrazarte,
el cielo por envidia se hace lluvia,
y el suelo llora charcos pues se queja

de esas suelas de goma que le impiden
besar tus pies, subirte gangrenado
y hacerte estatua y reina de la calle.

domingo, 1 de mayo de 2011

Ascensión



Ascensión

'Desahucio' pontifica el abogado
'arriendo caducado', 'precarista'
palabras raras, ininteligibles
como esas que salieron de tus labios

'Te tengo que decir que se ha acabado
que hay alguien más, es cierto, aunque en el caso
de no existir Ramón también me iría:
lo nuestro está podrido desde siempre'.

No pude reprochar, pues no entendía
en qué idioma extranjero te expresabas
que no hay filología que lo estudie.

Llamaste al ascensor y abrió sus puertas,
tan sólo pude ver un par de manos
que asían tus maletas como alas.

Un ángel te abducía de este infierno.