Asideros del abismo

Asideros del abismo
Robert Crumb

domingo, 26 de febrero de 2012

Soneto doble con estrambote para el perrito Toby



Soneto doble con estrambote para el perrito Toby

Tendría siete años como mucho
(y ya infectado de literatura:
incluso de antes hay algún poema
horrible y desbordadas redacciones

que siempre se excedían de los límites
-acababan en cuento fantasioso-
que al resto establecía el profesor
-a mí me daba siempre rienda suelta-)

cuando de mi libreta vino al mundo
a sufrir y a gemir como yo mismo
mi pobre y desgraciado perro Toby:

el único animal de compañía
que tuve de pequeño -no descarto
que supliera carencias ya escribiendo.

Un día el profesor con gesto triste
se me acercó al pupitre y fue conciso:
No escribas más historias del perrito
Toby porque te pueden hacer daño.


Quizá don José Luis no comprendiera
que Toby estaba vivo y me importaba
más que mis compañeros o que él mismo:
por eso en mis relatos se salvaba

(el caso es que al final morían siempre
los amos que tenía y todo cristo
en un ensangrentado desenlace).

Así que tuve que sacrificarlo
en un cuento final -tal como dicen
los taurinos que el ruedo endiosa al toro-.

Desde entonces escribo a su memoria.

No hay comentarios:

Publicar un comentario