No hiciste caso a padres ni a maestros:
cruzaste sin mirar primero a un lado
y luego al otro y luego al del principio
la carretera a oscuras del amor.
Y aparecí borracho y desbocado
-sin air-bag, cinturón, carné ni frenos,
los focos apagados, mudo el claxon-
saltándome controles y semáforos.
¿Qué hacías tú a esas horas de la noche
robándole la luz a las estrellas
cuándo alguien como yo puede andar suelto?
Ahora que ya estoy para el desguace
mientras sacudes polvo de tus hombros
y con desdén preguntas ¿te he hecho daño?
a ver quién va a cubrir el socavón.
¡Gracias por la valoración!
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