Desfile
Nada tiene sentido: es el absurdo
caótico quien rige nuestras vidas
-cada paso es un salto que sortea
la guadaña fallida de la muerte-.
Dios agarra tremendas melopeas
y se pone al timón entre amenazas
golpeando a grumetes que le advierten
del estado del mar y el suyo propio.
Nada tiene sentido: cada escollo
es un presagio del apocalipsis
-clavo oxidado hurgándote en el alma-.
Nada tiene sentido y no se acaba
-sembrado de empellones, zancadillas-
este desfile atroz con que avanzamos
entre codazos al despeñadero.
Gracias por la valoración.
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