lunes, 15 de noviembre de 2010
Ingenuo
Ingenuo
Olvidé tres o cuatro verdades esenciales:
nadie va a agradecerte lo que den por sentado
-pasarán a exigirlo cuando empiece a faltarles-,
la vocación de mártir siempre acaba cumpliéndose,
la generosidad vuelve a estrecho orificio
gruta, pozo insaciable que te lleva a la ruina,
la confianza es semilla que se siembra con mimo
y da un fruto podrido con sabor a traición.
Olvidé todo eso aún teniéndolo claro,
sin dejar ni un momento de intuir los avisos,
desechándolos todos por seguir en camino.
Como en tantos dibujos paseaba el vacío
-gravedad anulada sin mirar hacia abajo-
y ahora un hongo de polvo se levanta del suelo.
Publicado por
Raúl Sánchez
en
19:01
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Etiquetas:
Correcaminos,
Coyote,
Poemas,
Soneto alejandrino
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