miércoles, 30 de marzo de 2011
A mis brazos
A mis brazos
Como si fuera la última ordenaste
lanzándote como un niño asustado
de noche por la parte donde cubre
al flotador pinchado de mis brazos
-un agujero abierto en la alhambrada
con toda el área hirviendo de corriente,
el pozo al que lanzabas las monedas
sin agua y recubierto de basura-,
y no puse el empeño requerido
-bobo objeto de burla sobre aviso
que ve que va a venir y no hace nada-
¿Cómo iba yo a saber si tus palabras
eran ruego en altar, cruel amenaza,
una forma de hablar o profecía?
¿Que no ibas a cargar con mi vacío?
Publicado por
Raúl Sánchez
en
20:21
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Etiquetas:
Poemas,
Soneto blanco,
Yves Klein
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