Asideros del abismo

Asideros del abismo
Robert Crumb

martes, 24 de agosto de 2010

Anhelo


Anhelo

Me despojé de todo, no me queda
-por no quedarme- nada, ni la mínima
milésima invisible del pasado
que Dios abandonó a tierra quemada.

No tengo miedo a golpes, descalabros,
cortes, quemazos, sal en las heridas.
Hoy son mis cicatrices surco fértil
para que siembres besos y caricias.

Callando a gritos pido que me aceptes,
mi impávido carácter te suplica
-silentes rezos contra el eco mudo-

el único remedio que me alivia
-alérgico al olor, la luz y el aire-:
el roce de tu piel antihistamínica

4 comentarios:

  1. jajaja, lo del niño Jesús tiene gracia.

    El poema me ha gustado, imagino que hay una propietaria por ahí, me alegro por tí, por sentir, y por ella si la cosa cuaja. Y sabes, "de enamorats ho han de estar ella d´ell i ell d´ella...según Serrat"

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  2. Bueno, ha dado resultado lo de Todd y Rodd, en el original eran las mentiras pero seguro que esto también le hace llorar.Jeje
    Y bueno, lo de la biografía...ya sabes que es un error de principiante confundir al narrador o a la voz lírica con el autor. Si mis poemas hubieran de ser estrictamente autobiográficos más que verso blanco, que es la casi totalidad de lo que escribo, serían versos en blanco. En realidad mis poemas suelen ser pequeños Big-bangs surgidos de cualquier nimiedad.
    Y hablando de Big-bangs, te dejo con una preciosa canción que trata en cierta manera de ello. Fue un placer escuchar a su autor explicármela en una noche de farra: 'Es una redacción de colegio escrita por un niño que acaba convirtiéndose en una confesión de amor, quizá a su profesora'.
    http://www.goear.com/listen/47a4c8a/los-planetas-la-buena-vida
    Deberías pinchar los links del poema anterior y descubrir a otro grupo maravilloso. Si apretas 'Ctrl' y el botón izquierdo del ratón a la vez se te abre una ventana nueva por lo que puedes escucharlos con el poema delante, creo que es curiosa la experiencia.

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  3. Si me permites el salto de género y medio de expresión, la voz de este poema es un poco como el sargento de Salvar al soldado Ryan: varias campañas a sus espaldas (representadas por las latas de tierra que ha ido recogiendo), con (imagino) heridas a consecuencia de las mismas, pero con mucho oficio y sabiendo que hacer lo que hace es precisamente lo que le da sentido a su vida en ese momento.
    De lo más optimista que te he leído en mucho tiempo. Me gusta, me gusta.

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  4. Gracias Alberto, a lo mejor tanbién tiene algo del sargento de hierro leyendo a escondidas la Cosmopolitan para intentar entender a las mujeres. Jeje.
    Un abrazo.

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