Testigo de carga
Nada quieres saber de mí, ya nada
de mí guarda el arcón de tus recuerdos.
No voy a pelear, desaparezco
sereno ante la goma de tu olvido.
Nunca vas a sentir el sobresalto
de toparte de frente con mi imagen
que se clava afilada por tu espalda.
'No sé de qué me suena' tal vez pienses.
Nadie vendrá a ponértelo difícil
preguntando por mí continuamente:
fui una sombra a la luz de tu sonrisa.
Nada quieres saber de mí, tampoco
pretendí haber salvado para siempre
la distancia abisal que nos separa.
Aléjate de mí: toma el testigo.
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