Rescate
Aislado, ensimismado, invulnerable,
hastiado de la vida y cismundano,
ajeno a la vergüenza, simposíaco,
sin nada que decir y a pleno grito.
Minúscula escotilla que han tapiado,
de vuelta sin partir, hecho a la idea
de no esperar ya nada, se evidencia
que todo va a seguir como hasta ahora.
Cayendo me he enganchado, no me asgo,
estoy tratando en vano de zafarme
-debe tener razón la gravedad-.
Tras un leve descuido he deglutido
el cebo envenenado del anzuelo
que siempre lanza Dios al que claudica.
Gracias por la valoración.
ResponderEliminarsi al final... dicen, que solo hay que esperar, no?
ResponderEliminarUn cálido abrazo
Y que cuando hayamos decidido venirnos abajo tengamos un momento de debilidad que nos permita salvarnos...
ResponderEliminarUn abrazo muy fuerte John.